Cuando comienza un nuevo ciclo lectivo se conjugan varias sensaciones: entusiasmo, ansiedad, incertidumbre, miedos, angustias, esperanzas, etc.  Estas sensaciones las tiene el docente que hace años que trabaja en el jardín y conoce las palabras y los silencios institucionales y aquel que recién se incorpora.  Del mismo modo las familias que regresan al jardín y aquellas que por primera vez se acercan a este ámbito, como así también, los niños y niñas, que hace días tienen preparado su camisolín y su mochila, esperando este gran momento.

Este momento del cual todos somos parte compartiendo las mismas experiencias, desde distintos roles, pero siempre pensando en nuestros niños.  Por eso el periodo inicial es de adaptación no solo para los niños y niñas, sino también para las docentes y en especial para las familias, y hoy creemos que es el momento de felicitarnos y sentirnos orgullosos de que por fin... ¡LO HEMOS LOGRADO!

Finalizamos el periodo inicial y nuestros niños están disfrutando de la
magia de pertenecer al jardín, ya pasaron los llantos, berrinches, caras de desconfianza de los papis cuando les decíamos que todo estaba bien y como no lo veían, no lo creían.  Pero por suerte pudimos conocernos y CONFIAR, ya que solo a través de la confianza brindaremos a nuestros niños la seguridad y felicidad que se merecen.