LA GERMINACIÓN: UN MILAGRO DESAPERCIBIDO
Caminamos por la calles y los árboles están ahí, a un metro nuestro. Observamos los jardines sin tomar conciencia del milagro biológico que nos rodea todos los días a lo largo de nuestras vidas. Pocas veces nos damos cuenta de todo lo sorprendente de nuestro mundo, nos parece erróneamente “obvio”. Pero es una de las funciones de la enseñanza, acercar estos mundos a los niños, concientizarlos respecto a la complejidad y maravillas que nos rodean. En ese tránsito, esperamos que al asombrarse y apreciar el mundo circundante, logren cuidarlo para una mejor calidad de vida. Por ello, algo tan “aparentemente sencillo” como una germinación abre una puerta al conocimiento y la sorpresa.
Los alumnos de 2º B experimentaron la germinación con semillas de alpiste. Para esto trajeron los materiales necesarios:
- Semillas de alpiste
- Media de nylon
- Arena
- Platito
Para realizar esta experiencia, colocamos una fina capa de arena en la media de nylon, a la cual agregamos el apiste y cubrimos la media hasta la mitad con arena. Finalmente invertimos la media y apoyamos sobre un platito, regamos.
Todos juntos fuimos al cantero de la puerta de Bynnon a dejar el platito con la futura plantita. Cada día los alumnos y la seño visitarán el lugar para observar el crecimiento de la plantita.
¿Qué pasa durante la germinación?
Durante la germinación, el agua se difunde a través de las envolturas de la semilla y llega hasta el embrión. El agua hace que la semilla se hinche, a veces hasta el extremo de rasgar la envoltura externa. El oxígeno absorbido proporciona a la semilla la energía necesaria para iniciar el crecimiento.
La radícula es el primer elemento en brotar a través de la envoltura de la semilla. Forma pelos que absorben agua y sujetan el embrión al suelo. Los cotiledones que salen a la luz forman clorofila y llevan a cabo la fotosíntesis hasta que se desarrollan las hojas verdaderas.
Muchas palabras nuevas… para un milagro cotidiano.
Claudia Silva 2º B.
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